Como todos los años, la alfombra roja del Kodak Theatre se convierte en la pasarela de moda más famosa del mundo. Y en la más larga también, al menos en lo concerniente al tiempo que actores y actrices tardan en recorrerla. Entre paradas, fotos, autógrafos, etc. casi una hora…
Esta edición, sin embargo, no ha respirado el glamour y elegancia de ceremonias anteriores y los vestidos espectaculares de antaño han dejado paso, salvo contadas excepciones, a otros bastante más austeros tanto en diseño como en colorido.
Aún así, hay actrices, los hombres “por exigencias del guión” poco aportan a este paseíllo, que siempre consiguen salir airosas en estas lides y alzarse, sino con un Oscar, si al menos con el premio a la más elegante de la noche.
Un ejemplo Sharon Stone, con un modelo de Elie Saab en negro con plumas grises y un impecable peinado estaba espectacular.
Otra que acertó de lleno fue Sandra Bullock, con un vestido en rojo (el color más repetido de la noche, en sus diversas tonalidades, junto al negro y los tonos nude) de corte sirena y escote corazón de Vera Wang, impresionante también.
Sobria y menos “festiva” que en otras ocasiones estaba Gwyneth Paltrow. Eligio un vestido de Calvin Klein recto, de lamé en color plata, de gran escote y adornado con un broche a la altura de la cadera. Pese a todo, a mi me ha gustado.
Igualmente sobria Reese Whiterspoon, con un vestido de corte recto y escote palabra de honor en negro y rematado en blanco, firmado por Giorgio Armani Privé que completó acertadamente con un peinado que recordaba los 60´.
Por último Camile Alves con un vestido firmado por Kaufman Franco en color negro de profundo escote en V, ella puede permitírselo, y con una cintura muy marcada y falda de gran volumen absolutamente favorecedor en su caso.
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