Hay que reconocer que a veces traspasar la estrechísima línea que va de ser la más trendy a convertirnos es una fashion victim es bastante sencillo.
Las tendencias son tantas y el bombardeo por parte de la industria tan grande que a veces no dedicamos el suficiente tiempo a reflexionar si efectivamente una determinada propuesta tiene cabida en nuestro armario. Y lo que es más importante, en nuestro cuerpo y en nuestra personalidad.