Fran Carrillo. Parte II.

Este post es continuación de "mi carta abierta" a Fran Carrillo del pasado jueves, así que para entenderlo te recomiendo que empieces por aquí... 

Vamos a ver Fran, a estas alturas me permito la licencia, bien sabes como profesional del ramo que 20" son más que suficientes para que tu interlocutor, en este caso cientos de miles de telespectadores, se formen una opinión basándose exclusivamente en tu aspecto, en una primera impresión... Y a juzgar por como "tembló" twitter esa noche, ¡lo petaste!

Es verdad que los tiempos han cambiado y hoy en día está permitido casi todo. Es verdad también que probablemente cada una de esas pequeñas señales aisladamente no habrían sido "constitutivas de delito", pero juntas Fran Carrillo... ¡son demoledoras!

La barba de dos días, según GQ, Biblia de lo más trendy en género masculino, es atractiva, seductora e incluso distinguida. Además de que en profesiones como la tuya y la mía es incluso "políticamente" aceptable. No eres George Clooney, arquetipo en la mente de todas nosotras del hombre atractivo por excelencia, algo así como las ideas en Platón, pero tendría un pase...

Las mangas arremangadas se llevan. Ninguna señal de elegancia a la altura de vestirlas en pleno mes de agosto estratégicamente "enrolladas" dos veces el tamaño del puño, o lo que es lo mismo, sin que superen el codo, línea imaginaria que separa lo estiloso de lo vulgar. Pero a estas alturas de la temporada y cuando uno quiere transmitir cierta imagen profesional... como que no. Lo sabes.

Pero para los pantalones amigo... ¡no hay perdón! Es que no tienes madre, novia o pareja caritativa? es que no hay espejos de cuerpo entero en tu casa? y en el portal? un mísero escaparate a la vuelta de la esquina en el que "intuirte"? Por Dior! esos bolsillos italianos, tan elegantes y esbeltos por definición, absolutamente abiertos como orejas de soplillo hacían daño a la vista, al buen gusto y a tu imagen Fran. Ambos sabemos que "el hábito no hace al monje... pero lo distingue". 

Sinceramente el sábado no pusiste en valor ni tu experiencia, ni tu profesionalidad, ni tu know how. Al menos no para mi que tras años de facultad, experiencia y práctica he aprendido que con la imagen lo único que es imposible es no comunicar. No obstante, como esto de la estética tiene un tremendo componente subjetivo y el único error que se comete en la vida es el de no equivocarse, te concedo el beneficio de la duda... ¡Seguro que la próxima estas hecho un pincel!